Colombia sigue siendo testigo de la muerte de ciudadanos por siniestros asociados a bebidas alcohólicas. La realidad, según las autoridades de tránsito, es que la disminución en la destreza de los conductores al volante continúa siendo una conducta común en el país, aún cuando este tipo de comportamiento no es aceptado en los ámbitos social, jurídico y político.
De acuerdo con fuentes oficiales del gobierno nacional, cerca de 7 mil personas mueren cada año en Colombia en accidentes de tránsito y la mayoría de las víctimas son jóvenes en edades productivas, lo que constituye un problema de salud pública que obliga la intervención oportuna del Estado.
Lo cierto es que con el fortalecimiento normativo logrado con la Ley 1696 de 2013 ha sido posible enfrentar los siniestros asociados con embriaguez, pues con esta se dictan disposiciones penales y administrativas para sancionar la conducción asociada al influjo del alcohol u otras sustancias psicoactivas.
¿Qué plantea la ley para los infractores?
La regulación incluye, para casos de incurrencia en delitos de lesiones y homicidios culposos, que la pena mínima en prisión sea de 32 a 53 meses, y la máxima sea de 108 a 216 meses. Adicionalmente, las sanciones económicas y administrativas son las siguientes:
- Primera vez: Suspensión de la licencia de 1 a 10 años, multa de 90 a 720 días de SMLV, inmovilización del vehículo entre 1 a 10 días, y el trabajo comunitario para el infractor de 20 a 80 horas.
- Segunda vez: Suspensión de la licencia por un año, multa de 135 a 1080 días de SMLV, inmovilización del vehículo entre 1 a 20 días, y trabajo comunitario para el infractor de 20 a 80 horas.
- Tercera vez: Suspensión de la licencia durante tres años, multa de 180 a 1440 días de SMLV, inmovilización del vehículo entre tres y 20 días, y trabajo comunitario para el infractor de 30 a 90 horas.
El rigor de la Ley 1696 de 2013 constituye un mecanismo de fortalecimiento del Estado colombiano contra los siniestros de tránsito originados por consumo de alcohol. Aun así es vital continuar formando a la ciudadanía en los efectos del consumo de alcohol, los peligros que conlleva tomar el volante sin pleno uso de las facultades mentales y motrices; y las consecuencias en la sociedad.